miércoles, 22 de octubre de 2008

DÍA 12 (sÁBADO, 12 de Julio de 2008)

Hoy gran madrugón, a las 5:30 en pie, pues a las 6:00 nos recoge Katumba para llevarnos al aeropuerto de Entebbe. Le damos a Katumba su primer adelanto (100 €, que equivalen a 5 días de trabajo).
Una vez en el aeropuerto, facturamos y pasamos el control de seguridad. Tenemos 2 horas por delante para conocer de pe a pa las tres tiendas que hay, así que inevitablemente picamos y compramos una linterna, pues la que tenemos está dando los últimos coletazos y de paso me compro el libro de Memorias de África en inglés (Out of Africa).







Por lo menos, como el avión lleva retraso, nos invitan al desayuno para que la espera sea más llevadera. Por mucho que miramos el monitor, no aparece la puerta de embarque del avión de Eagle Air a Arua con escala en Pakuba (donde nos bajamos nosotras), aunque no es difícil de encontrar, pues solo hay 4. Tras embarcar nos conducen a un avión que hay a lo lejos, pero conforme nos vamos acercando el avión se ve más pequeño y se convierte en una avioneta,bimotor con 17 asientos.




El copiloto hace también de sobrecago y nos da las instrucciones. Un poco de miedo al principio, pero la verdad es que es un vuelo muy tranquilo, sobrevolamos parte del lago y después nos dirigimos hacia el noroeste. Tras 45 minutos de vuelo, tenemos un aterrizaje de película, sobre la sabana, viendo correr a las jirafas y a pesar de aterrizar sobre una pista de tierra, ni un sólo problema.
Una vez aterrizamos, la pareja de tíos que iba delante nuestra en el avión y que ya habíamos visto en el aeropuerto dándole al whisky, tienen que bajar del avión para ir al baño, o sea a mitad del campo. Somos las únicas que nos bajamos en Pakuba, el resto sigue hacia Arua. En el "aeropuerto" nos recoge un jeep del Lodge y nos lleva al Paraa Safari por un camino que transcurre por la sabana, divisando a lo lejos antílopes, jirafas y babuinos.











A la llegada nos reciben con una toalla húmeda para refrescarnos y un zumo de fruta de la pasión. Reservamos el Safari para el día siguiente y la excursión en barco para verlas cataratas de Murchinson.


La habitación es muy chula, totalmente colonial, con una terraza hacia el parque y la piscina al lado.



Después de colocar las cosas damos una vuelta por el Lodge y nos vamos a comer. Las bebidas no están incluidas, así que al terminar pedimos la cuenta y resulta que por error le han cargado nuestras cervezas a un grupo de guiris, así que nos sale gratis.
Después nos ponemos los bikinis y nos damos un bañito refrescante en la piscina, que tiene hasta su cachito de barra para beber en remojo.
Después del baño, a la habitación, mientras Toni se echa la siesta, yo me siento a la terraza a leer mi libro recién comprado, y cuando me doy cuenta estoy rodeada de babuinos.
Por la noche cena y a las 9:30 ya estamos en el sobre.

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